La manzanilla (Matricaria recutita/Anthemis nobilis) es una hierba muy versátil y una de mis favoritas. Famosa por su té relajante antes de dormir, la manzanilla es un calmante para el cuerpo, la mente y el alma, y ha sido utilizada con fines medicinales desde la antigüedad.
Se cree que los antiguos egipcios fueron los primeros en aprovechar sus beneficios, utilizando la manzanilla como remedio para la fiebre y para aliviar problemas digestivos.
Los griegos también valoraban la manzanilla por sus propiedades curativas. El médico y botánico Dioscórides, por ejemplo, la utilizaba para tratar trastornos intestinales, nerviosos y hepáticos, y la recetaba para dolencias vinculadas con el ciclo menstrual. Los antiguos griegos también elaboraban guirnaldas de manzanilla para perfumar el aire.
Durante la época romana, la manzanilla se utilizaba como remedio para las heridas y las quemaduras, y se consideraba una hierba sagrada dedicada al dios del sol, Helios.
En la Edad Media, la manzanilla ganó popularidad en Europa, utilizándose para tratar una amplia gama de dolencias, desde dolores de cabeza hasta problemas digestivos.
Hoy en día la manzanilla sigue siendo popular en la fitoterapia y la cosmética natural por su amplia gama de propiedades.
Calmante y relajante
Durante el siglo XIX, la manzanilla comenzó a utilizarse en forma de té y ganó fama como remedio para el insomnio. Pero en realidad, la manzanilla es un tónico para todo el sistema nervioso y puede ayudar con la ansiedad y el estrés en cualquier momento del día.
Un estudio clínico publicado en el Journal of Clinical Psychopharmacology investigó el efecto de la manzanilla en la ansiedad generalizada. Los participantes que recibieron un extracto de manzanilla mostraron una reducción significativa en los síntomas de ansiedad en comparación con el grupo placebo.
Además, los análisis de cortisol, una hormona asociada con el estrés, revelaron niveles más bajos en el grupo que recibió la manzanilla. Estos hallazgos sugieren que la manzanilla puede ser efectiva para reducir la ansiedad en humanos, respaldando su uso tradicional como remedio natural para el estrés.
Digestivo
La manzanilla también se ha utilizado durante miles de años para tratar una variedad de trastornos digestivos, como cólicos, úlceras de estómago, náuseas, vómitos y diarrea infantil. Y varios estudios respaldan este uso tradicional.
Por ejemplo, un estudio publicado en el Journal of Pediatrics encontró que una combinación de manzanilla y otras hierbas fue efectiva para reducir los cólicos en bebés.
Además, un estudio en el European Journal of Gastroenterology & Hepatology mostró que la manzanilla ayuda a reducir la acidez estomacal y las úlceras gástricas al inhibir la producción de ácido en el estómago.
Mientras que otro estudio en el Journal of Natural Products encontró que los compuestos de la manzanilla tienen efectos antiinflamatorios en el intestino, lo que podría ayudar a aliviar la diarrea y otros trastornos digestivos.
Sistema inmunológico
La manzanilla también se ha demostrado que ayuda a estimular el sistema inmunológico y a combatir las infecciones asociadas con el resfriado.
Durante un estudio publicado en la revista Molecular Medicine Reports, los investigadores encontraron que los extractos de manzanilla tenían propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, lo que sugiere un potencial para estimular el sistema inmunológico.
Además, un estudio en el Journal of Agricultural and Food Chemistry encontró que los compuestos de la manzanilla pueden inhibir el crecimiento de bacterias y hongos, lo que podría ayudar a combatir las infecciones asociadas con resfriados y otras enfermedades.
Cicatrizante y reparador de la piel
La manzanilla también es un ingrediente estrella en la cosmética natural, siendo un excelente cicatrizante y antiinflamatorio. Se utiliza para tratar desde neuralgias hasta inflamaciones externas de las encías y membranas mucosas, así como hemorroides y afecciones de la piel como el eccema, la psoriasis, la varicela, las quemaduras solares y las erupciones.
Varios estudios respaldan las propiedades cicatrizantes y antiinflamatorias de la manzanilla en la piel. Un estudio en el Journal of Clinical and Aesthetic Dermatology, por ejemplo, encontró que la aplicación tópica de una crema de manzanilla redujo la inflamación en pacientes con dermatitis.
Además, un estudio en el Journal of Drugs in Dermatology encontró que la manzanilla era efectiva en el tratamiento del eczema, la psoriasis y otras afecciones de la piel, gracias a sus propiedades antiinflamatorias y calmantes.
Propiedades mágicas y esotéricas de la manzanilla
Además de sus usos medicinales, se cree que la manzanilla tiene propiedades mágicas que pueden influir en diferentes aspectos de la vida. En la tradición mágica, se asocia principalmente con el poder del sol y se considera una hierba que promueve la prosperidad, la protección y la purificación.
Una creencia extendida sobre la manzanilla es su capacidad para atraer la prosperidad y el dinero. Se dice que llevar una bolsita de manzanilla seca en la billetera o bolsillo puede atraer buena suerte financiera y oportunidades de negocio. También se dice que colocar manzanilla en el hogar o en la oficina puede crear un ambiente propicio para la abundancia y el éxito.
La manzanilla también se considera una hierba protectora. Se cree que llevar o colocar manzanilla en el hogar puede proteger contra energías negativas, malas vibraciones y maleficios. Se dice que la manzanilla tiene la capacidad de purificar el ambiente, eliminando cualquier influencia negativa y promoviendo la armonía y el equilibrio.
Otra propiedad mágica atribuida a la manzanilla es su capacidad para promover la paz y la tranquilidad. Se cree que el aroma suave y relajante de la manzanilla tiene un efecto calmante en la mente y el cuerpo, ayudando a aliviar el estrés, la ansiedad y la tensión emocional. Por esta razón, la manzanilla a menudo se utiliza en rituales y hechizos destinados a promover la paz interior y la serenidad.
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Foto: Iona Cristiana